SM el Rey Mohammed VI dirigió la noche del miércoles un discurso a la Nación con motivo del 61 aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo. He aquí el texto íntegro del discurso real:

"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros

Querido pueblo,

            En el día de hoy conmemoramos el sexagésimo primer aniversario de la gloriosa Revolución del Rey y del Pueblo, no sólo por constituir una epopeya nacional para alcanzar la libertad y la independencia, sino también para renovar el compromiso que de la misma ha hecho una revolución permanente para realizar sus legítimas ambiciones y consolidar la posición de Marruecos en tanto que actor influyente en su entorno regional e internacional.

            Efectivamente, desde Nuestra accesión al Trono, Hemos procurado que la espontánea armonía entre tú y yo fuera la base para la edificación de una sociedad desarrollada y cohesionada, en la que caben todos sus hijos y de la cual todos los marroquíes, hombres y mujeres, se sienten orgullosos.

            La patria es de todos, al igual que es deber de todos los marroquíes, individuos y grupos, proseguir su firme y decidido compromiso de defender la unidad de su país y promover su desarrollo.

            Los marroquíes son un pueblo ambicioso que siempre anhela alcanzar las más elevadas cimas alcanzadas por los países desarrollados. Esta ambición no es un mero sueño ni tampoco procede de la nada, sino que arranca de la realidad y de cuantas realizaciones concretas ha acumulado Marruecos a lo largo de su trayectoria democrática y de desarrollo.

            Así pues, ¿Qué lugar ha alcanzado Marruecos; dónde se puede colocar la economía nacional con respecto a la de los demás países; se puede considerar como un país competitivo y acaso se podría incluir entre los países emergentes?

            Como es sabido, no existe un modelo estándar de país emergente. Cada país emprende su propio proceso, dependiendo de sus recursos humanos, económicos y naturales, así como de su patrimonio civilizatorio, en función de los obstáculos y dificultades que encuentra.

            No obstante, existen criterios y potencialidades que deben cumplirse para poder incorporarse a esta categoría de países, que particularmente consisten en el desarrollo democrático e institucional, el progreso económico y social y la apertura regional e internacional.

            Como todo el mundo sabe, los países no pueden pasar, de la noche a la mañana, de una categoría a otra, si no es capitalizando los desarrollos positivos acumulados a través de su historia.

            En este sentido, Marruecos constituye un modelo de tales acumulaciones. Durante los últimos 15 años, ha logrado consolidar su proceso democrático y reforzar los cimientos de su modelo de desarrollo integrado y sostenible, que se erige sobre la concomitancia de los proyectos estructurantes y la promoción del desarrollo humano y sostenible.

            La economía nacional ha conocido una profunda mutación estructural y una enorme diversificación en los ámbitos de producción, así como ha realizado un elevado índice de crecimiento estable y ha logrado mantener los grandes equilibrios, pese a las consecuencias de la crisis económica mundial.

            En este marco, las estrategias sectoriales han permitido alcanzar resultados palpables que han contribuido a una visión más clara y al reposicionamiento de la economía nacional, a escala regional e internacional.

            Sirvan de ejemplo aquí el Plan Marruecos Verde y el plan Alieutis que han favorecido el que Marruecos haya conseguido el premio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) por haber alcanzado los Objetivos del Milenio que conciernen la lucha contra la pobreza y el hambre, dos años con anterioridad al plazo fijado.

            Ello ha sido posible gracias a los equilibrios que los sostienen entre los grandes proyectos de alta rentabilidad y el estímulo de la agricultura de subsistencia y solidaridad y la pesca artesanal, en consideración del papel que desempeñan en la mejora permanente de los ingresos.

            Otro elemento que ha contribuido a la consolidación del lugar que ocupa la economía nacional a escala continental lo hallamos en el Plan de Despegue Industrial, que se basa en un enfoque integrado donde habría que incluir la disposición de la formación profesional idónea y la mejora cualitativa alcanzada por el sector del comercio y de las finanzas, así como por la economía numérica.

            Si las infraestructuras constituyen los cimientos básicos que sostienen las economías emergentes, por su parte, las realizaciones con las que cuenta Marruecos en este ámbito, han contribuido a la mejora de la competitividad de las empresas y productos nacionales.

            De igual modo, se ha reforzado la atractividad de la economía nacional merced a los constantes esfuerzos desplegados para mejorar el clima de los negocios, la creación de polos económicos competitivos, como es el caso con el polo industrial Melusa-Tánger.

            Queremos manifestar Nuestra satisfacción por la eficiente contribución de un determinado número de empresas del sector privado e instituciones públicas en la promoción de la economía nacional a escala interior y exterior.

            En este contexto, la Oficina Jerifiana de Fosfatos se considera como un modelo gracias a su eficaz estrategia nacional internacional, clarividencia y buena gestión y eficacia. Ello es lo que ha confirmado el posicionamiento de Marruecos en el mercado mundial de fosfatos, convertido ahora en un verdadero reto universal por guardar una relación íntima con la seguridad alimentaria.

            Entre las bases que soportan las economías emergentes destaca el hecho de acudir al desarrollo sostenible y aprovechar las oportunidades que permite la economía verde.

            El dominio de las energías renovables ha experimentado una mejoría cualitativa debido a los grandes proyectos que Hemos lanzado, a los que se añaden la adopción de estrategias energéticas eficaces y una ambiciosa política de movilización de los recursos hídricos.

            El Plan marroquí para la energía solar y eólica viene a atestiguar nuestra capacidad de relevar los retos, gracias a la clarividencia y anticipación, así como a la rigurosa planificación de las prioridades más acuciantes, entre las que se incluye la satisfacción de las necesidades energéticas de nuestro país y la reducción de la dependencia del exterior, basándose en el aprovechamiento de nuestro potencial en recursos energéticos renovables.

            Si Marruecos sólo necesita desplegar algunos esfuerzos para poder avanzar con pasos firmes e incorporarse a los países emergentes, la política de apertura económica, en este sentido, ha reforzado su posición en tanto que eje de intercambios internacionales.

            Esto mismo es lo que vienen a reflejar los fructíferos partenariados, tanto con los países árabes, particularmente con los del Consejo para la Cooperación del Golfo, o con los países africanos subsaharianos, donde Marruecos ocupa el segundo puesto en tanto que inversor en África.

            Así pues, además del Estatuto Avanzado que vincula a Marruecos con la Unión Europea, y los acuerdos de libre cambio con un gran número de países, principalmente con los Estados Unidos de América, tenemos el partenariado estratégico que procuramos profundizar con Rusia, amén del partenariado que estamos poniendo a punto con China.

            Marruecos es considerado como un enlace fundamental en la cooperación triangular y multilateral, particularmente en lo que se refiere a la seguridad, estabilidad y desarrollo en África.

Querido pueblo,

            Los logros y realizaciones llevados no deben ser un motivo de autosatisfacción, sino más bien constituir un fuerte estímulo para redoblar los esfuerzos y movilizarse de manera permanente.

Por lo tanto, la economía marroquí debería ser una economía emergente gracias a sus capacidades y a la conjugación de los esfuerzos de sus componentes; de otro modo, fallaría a su cita con la historia.

Nuestro modelo de desarrollo ha alcanzado un estado de madurez que le capacita para integrar merecida y definitivamente el concierto de los países emergentes. No obstante, los próximos años se anuncian decisivos en cuanto a la consolidación de los logros, al ajuste de los desequilibrios y al estímulo del desarrollo y la inversión.

¿Acaso podría prosperar este modelo y superar los desafíos y dificultades a los que se enfrenta?

Si los Estados se basan esencialmente en la competitividad de sus empresas, especialmente aquellas que exportan sus productos a los mercados internacionales, lamentablemente, constatamos que la economía marroquí registra un notable retroceso debido a la dispersión y debilidad del tejido industrial, así como a la competencia del sector informal.

Tal situación requiere el desarrollo de agrupamientos empresariales  y empresas fuertes, capaces de afianzar la inmunidad de la economía nacional, ya sea para afrontar la competencia internacional o para desarrollar la cooperación con las pequeñas empresas, a fin de promover el desarrollo a escala nacional.

En este sentido, la preparación de los recursos humanos cualificados viene a ser fundamental para mejorar la competitividad, en el sentido de responder a las exigencias del desarrollo y del mercado laboral, además de acompañar el progreso y la diversificación que conoce la economía nacional.

Por otra parte, todo el mundo sabe que la buena gobernanza constituye la base del éxito de toda reforma así como el pilar fundamental para la consecución de los objetivos de cualquier estrategia.

Así pues, ¿En qué medida puede contribuir el régimen de gobernanza de los sectores productivos marroquíes a la habilitación y desarrollo de la economía nacional?

Es cierto que para sumarse al pelotón de los países emergentes se requiere la constante mejora del clima de los negocios, especialmente avanzando en la reforma de la justicia y de la administración, luchando contra la corrupción y moralizando la vida pública, que consideramos como una responsabilidad que atañe a todos los componentes de la sociedad, ya sean ciudadanos o asociaciones, y no como un terreno exclusivo del Estado.

De igual modo, es necesario consolidar el papel estratégico del Estado, en términos de control y regulación, a la vez que se han de acometer las grandes reformas, especialmente aquellas relativas al régimen de pensiones y al sector fiscal, y velar por la continua aplicación de los principios de la buena gobernanza en todos los sectores.

Querido pueblo,

El proceso de desarrollo en varios países emergentes viene caracterizado por la aparición de síntomas negativos, consistentes en la acentuación de las disparidades entre las capas sociales.

Por ello, ponemos todo nuestro empeño para que el desarrollo económico sea correlativo a la promoción de la condición del ciudadano marroquí. Efectivamente, no queremos un Marruecos con dos velocidades: una categoría de ricos que se beneficia de los frutos del desarrollo y no hace sino incrementar sus riquezas; y otra de pobres que permanecen fuera del progreso, acentuándose su pobreza y miseria. 

En este marco, se inscriben los programas de la Iniciativa Nacional para el Desarrollo Humano, que ha sido considerada por varios países como una experiencia a seguir, así como el aspecto social de los planes sectoriales que conceden una importancia particular al desarrollo local y humano.

Así pues, hemos querido poner de relieve la seriedad y dedicación al trabajo que caracterizan a los marroquíes que, efectivamente, han dado prueba de su rendimiento y creatividad siempre que dispongan de los medios necesarios y de las condiciones adecuadas para desempeñar toda labor, cualquiera que fuera su índole o dimensión, tanto intelectual como manual, a pesar del problema de desempleo.

En efecto, el elemento humano constituye la verdadera riqueza de Marruecos y uno de los componentes fundamentales del capital inmaterial, a cuya medición y valoración Hemos invitado en Nuestro Discurso del Trono, habida cuenta del lugar que ocupa en la promoción del conjunto de las obras y reformas así como en la participación en la economía del saber.

El progreso que Marruecos ha realizado no es producto de la casualidad, sino más bien el resultado de una visión clara, de unas estrategias bien establecidas y del esfuerzo y sacrificio que todos  los marroquíes consienten.

En este sentido, queremos resaltar la labor de los distintos gobiernos que se han sucedido hasta el día de hoy, además del sincero patriotismo y la elevada responsabilidad de los que han dejado constancia en la gestión de los asuntos del país.

De igual modo, queremos poner de relieve el importante papel que las empresas ciudadanas desempeñan a favor de la promoción del desarrollo económico y social del país.

Asimismo, nos congratulamos del creciente papel de las organizaciones de la sociedad civil por su eficiente contribución en la dinámica de desarrollo.

Especial consideración queremos expresar también a los partidos políticos y sindicatos serios, consagrados por la Constitución como actores primordiales e indispensables para el Estado y la sociedad, en consideración de su patrimonio militante, sincero patriotismo y espíritu ciudadano responsable, al tratar las grandes causas nacionales.

En el mismo orden de cosas, queremos expresar nuestros agradecimientos a las organizaciones sindicales por su importante papel en el afianzamiento de la paz social, en su sentido global, durante estos últimos 15 años, sin sacrificar sus firmes principios en defensa de los derechos e intereses sociales y económicos de la clase trabajadora.

Por ello, Hemos respondido a la petición que las organizaciones sindicales Nos han sometido, en relación con su representación en la Cámara de Consejeros, que en la primera versión del proyecto de la nueva Constitución, se había limitado a una cámara para los representantes de las colectividades territoriales.

Por otra parte, empeñados estamos en que sigan desempeñando su labor societal y de desarrollo, en el seno de su compromiso con sus obligaciones nacionales de edificación, reforma y paz social, en la medida de los derechos que la ley les atribuye.

Asimismo, no queremos dejar de expresar Nuestra consideración a los profesores, mujeres y hombres, especialmente en el mundo rural, por los esfuerzos que consienten en la formación de generaciones de cuadros cualificados que, con su aportación, han contribuido a la promoción de las obras de desarrollo, así como por sus sacrificios a favor de la educación de las futuras generaciones.

Querido pueblo,

Sumarse al pelotón de los países emergentes no es un reto imposible de ganar, a pesar de las numerosas dificultades y desafíos que ello puede comportar.

Marruecos, gracias a Dios, dispone de todas las bazas para superar tales desafíos, especialmente su juiciosa y responsable juventud.

En este sentido, estamos persuadidos de que nuestra juventud, merced al patriotismo y a los valores de ciudadanía positiva e ingeniosa creatividad que la engalanan, es capaz de promover el desarrollo de su país y superar el desafío de su ingreso en el club de los países emergentes.

 Con ello todos seguiremos portando la antorcha de la renovada Revolución del Rey y del Pueblo, en el seno de la firme cohesión entre los componentes de la Nación y de la lealtad permanente a las límpidas memorias de su eterno héroe, Nuestro Augusto Abuelo, Su Majestad el Rey Mohammed V, y su compañero de lucha, Nuestro Venerado Padre, Su Majestad el Rey Hassan II, Dios les tenga en Su Santa Gloria, así como a la memoria de los virtuosos mártires de la resistencia y la liberación.

El saludo, la bendición de Dios el Altísimo y sus gracias, sean con vosotros"

(MAP-20/08/2014)

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