Texto íntegro del discurso de SM el Rey dirigido a la 12 sesión de la Conferencia islámica en la Cumbre
SM el Rey Mohammed VI dirigió un discurso a los participantes en la 12 sesión de la Conferencia islámica en la Cumbre, cuyos trabajos dieron comienzo hoy miércoles en El Cairo. He aquí el texto íntegro del Discurso Real cuya lectura ha sido dada por el jefe del gobierno, Abdelilah Benkirane, quien representa al Soberano en esta cumbre:
"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros.
Excelentísimo Señor Don Mohamed Morsi, Presidente de la hermana República Árabe de Egipto, Presidente de la 12ª sesión de la OCI,
Excelentísimo Señor Don Macky Sall, Presidente de la República de Senegal, Presidente de la 11ª Conferencia islámica en la Cumbre,
Majestades, Altezas, Excelencias,
Su Excelencia el Secretario General de la Organización de la Cooperación Islámica,
Señoras y Señores,
Nos complace, en primer lugar, expresar a Su Excelencia el Presidente Mohamed Morsi Nuestros sinceros agradecimientos y profundo reconocimiento por cursarnos la invitación a esta Cumbre; iguales sentimientos queremos transmitir al pueblo egipcio hermano por la calurosa y generosa acogida a la que nos tiene acostumbrados.
Majestades, Altezas, Excelencias,
Señoras y Señores,
Actualmente el mundo está sufriendo complicadas crisis, y los valores de tolerancia, coexistencia y derecho a la diferencia se están exponiendo a las peores manifestaciones de violación, favoreciendo el estímulo de los extremismos y de la exclusión, así como desestabilizando las referencias y valores, lo que hace que nuestro mundo se vea expuesto a todo género de violencias, propagándose los focos de tensión y terrorismo. Ante estas graves situaciones, la Nación islámica, en consideración de su misión civilizatoria, está llamada a contribuir efectiva y audazmente con el fin de aportar una respuesta a las interrogantes planteadas y a los temores actuales, tomando parte en la búsqueda de la prosperidad y el desarrollo de todos los pueblos, en el marco de la coexistencia, igualdad y concordia.
Tal contribución de la Nación islámica será posible únicamente cuando ponga en práctica sus ideales emanados de sus referencias sagradas, de sus afianzados vínculos sociales, de los logros de su civilización, del genio de sus hijos y de la tolerancia que le distingue respecto a todas las confesiones y culturas.
Efectivamente, tal contribución debería constituirse en modelo capaz de ganar el reto de la apertura positiva y del diálogo constructivo con todos los componentes de la comunidad humana, tanto si son grupos regionales, agrupamientos económicos o confesiones y culturas.
El éxito que este modelo desearía alcanzar es tributario de una participación colectiva en su puesta en marcha, a través de la movilización de nuestros variados y complementarios recursos naturales y humanos, que abundan en nuestros países. Por otra parte, hemos de contar con nuestras propias capacidades y dejarnos de justificar nuestras crisis por motivos externos.
Invitamos a nuestra organización a obrar por materializar esta modélica contribución, a la vez que reafirmamos el compromiso de Marruecos de adherirse por completo a la misma.
Majestades, Altezas, Excelencias,
Señoras y Señores,
La causa palestina que ha estado a la base de la decisión de creación de nuestra Organización en 1969 en Rabat, sigue en el centro de nuestras preocupaciones permanentes, e incluso constituye la esencia de nuestra acción, particularmente con la persistencia de la obstinación de las autoridades israelíes y su flagrante violación de los principios y normas del derecho internacional.
Con esta ocasión, queremos resaltar la aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas del otorgamiento a Palestina del estatuto de Estado observador no miembro de la ONU, gracias a los continuos esfuerzos de Su Excelencia el Presidente palestino, Nuestro Hermano Mahmud Abbas, y a la valiente lucha del pueblo palestino hermano por establecer su Estado independiente y unido sobre la base de las fronteras de 1967, un Estado viable en todos los aspectos, con su capital en la ciudad de Al Qods Oriental.
Con el fin de consolidar este importante logro histórico, todos debemos apoyar los esfuerzos consentidos en pro de la realización de la reconciliación palestina y recomponer la casa palestina unida y restablecida. En este sentido, aplaudimos los contactos y decisiones establecidos entre las partes concernidas, a la vez que resaltamos su voluntad de vencer todos los escollos que dificultan el entendimiento, superando las diferencias y respondiendo a las anteriores iniciativas, como la emprendida por el Reino de Arabia Saudí y el Estado de Qatar, o aquella otra llevada a cabo actualmente por el Estado egipcio hermano.
Por nuestra parte, y en calidad de Presidente del Comité Al Qods, queremos poner de relieve el favorable eco que ha tenido la última "Llamada de Rabat" dirigida a Nosotros por todas las fuerzas palestinas. Así mismo, exhortamos a todos a responder positivamente a los distintos esfuerzos que buscan la reconciliación.
He aquí la vía más eficaz para oponerse a las medidas hostiles y unilaterales tomadas por el gobierno israelí contra los palestinos, al acelerar e intensificar el ritmo de la inaceptable colonización.
Partiendo de la responsabilidad que asumimos, en tanto que Presidente del Comité Al Qods, no escatimaremos esfuerzo alguno en continuar Nuestros constantes esfuerzos ante las partes influyentes sobre la escena internacional, para poner fin a la obstinación del gobierno israelí que persiste en sus continuas agresiones contra los diferentes monumentos religiosos, siguiendo un plan sistemático que busca judaizar y borrar la identidad de la ciudad de Al Qods Oriental. De igual modo, continuaremos obrando sin cesar, a través de la Agencia Bayt Mal Al Qods Acharif, en la realización de proyectos concretos que benefician directamente a la población de la ciudad sagrada, como es el caso con la instalación del hospital de campaña en la ciudad de Gaza, para los primeros auxilios y servicios médicos necesarios, sobre todo tras los últimos ataques israelíes perpetrados contra su población.
Majestades, Altezas, Excelencias,
Señoras y Señores,
Desde el inicio de la crisis siria, el Reino de Marruecos se ha sumado a los esfuerzos internacionales que buscan hallar una solución política a este drama, a fin de poner término a la espiral de violencia y realizar las legítimas aspiraciones del pueblo sirio hermano de alcanzar la libertad y salvaguardar la soberanía nacional e integridad territorial.
En este sentido, queremos poner de relieve el creciente apoyo que se ha granjeado la anhelada solución política, durante la última reunión ministerial, celebrada en Marruecos, por el Grupo de Amigos del Pueblo Sirio.
De este modo, Hemos otorgado una importancia extrema al aspecto humanitario, procediendo a la instalación de un hospital de campaña que comprende diferentes especialidades, en el campamento Zaatari, sobre el suelo del hermano Reino Hachimita de Jordania, que posteriormente visitamos. Asimismo, Nos hemos empeñado en ofrecer ayudas humanitarias en Jordania y Turquía, a fin de paliar el sufrimiento de los refugiados sirios.
Esta grave y dramática situación, que sacude la conciencia humana, hace que sea inadmisible toda vacilación o demora en actuar. La comunidad internacional debe apoyar la necesaria transición política en la que tomarían parte los legítimos representantes del pueblo sirio hermano.
Majestades, Altezas, Excelencias,
Señoras y Señores,
Queremos reiterar nuestra condena de todos los actos terroristas fundados en acusaciones de apostasía, o en la exclusión e incitación a la discordia, contrarios todos ellos a los valores de nuestra tolerante religión islámica.
Hace años que Marruecos advirtió a la comunidad internacional de las consecuencias que pudieran tener los peligros que acechaban a la región del Sahel y del Sahara, y cuyas manifestaciones más abominables de extremismo, terrorismo y separatismo está viviendo últimamente el Estado de Malí. En este país hermano, algunos grupos extremistas armados, mayoritariamente extranjeros, llevaron a cabo una ilegítima agresión contra un país plenamente soberano, causando estragos y destrozos de sus iconos patrimoniales y culturales, especialmente en la ciudad de Tombuctú, la capital espiritual del país, en un intento de imponer sus ideas oscurantistas y desestabilizar los valores constantes islámicos que el pueblo maliense hermano ha elegido a lo largo de la historia.
Sobre esta base y en el marco de su soberanía, este país hermano ha adoptado la posición que ha considerado necesaria tras haber acudido al Consejo de Seguridad que, a su vez, ha promulgado la resolución pertinente con respecto al apoyo de Malí en defensa de su unidad y soberanía.
Así pues, respondiendo a la urgente llamada lanzada por las autoridades malienses, ante el avance de los grupos terroristas armados para dominar la totalidad del país y someter a sus habitantes, ha tenido lugar una intervención rápida y eficaz de las fuerzas francesas, junto con fuerzas malienses y africanas.
Es realmente una actitud firme la que hizo posible hacer frente a la invasión del sur de Malí y aplacarla, dirigiéndose luego hacia el norte para liberarlo. Todo esto ha tenido lugar en aplicación de los objetivos fijados por las resoluciones de las Naciones Unidas sobre este caso. Esta zona encierra ancestrales ciudades, una población musulmana y monumentos religiosos que atestiguan la pertenencia del atávico pueblo maliense al islam y a su civilización, particularmente la ciudad de
Tombuctú, una ancestral urbe de la civilización islámica.
Con el fin de completar la misión de apoyo a la República hermana de Malí, siempre en el marco de la legalidad internacional, tendrá lugar en la nueva etapa el despliegue de las fuerzas voluntarias africanas con el fin de asistir a las fuerzas malienses para preservar la seguridad y estabilidad.
En este caso, no se trata únicamente del Estado hermano de Malí, sino de un peligro cuyos efectos amenazan con extenderse al conjunto de los países de la región, desestabilizando su seguridad y desintegrando su unidad. Nos hallamos, por consiguiente, ante un problema general y global que requiere una solución general y global, en el marco de la legalidad internacional; una solución que conjugue esfuerzos internacionales firmes, precisos y coherentes, llevados a cabo a escala securitaria y política con todos los medios posibles de anticipación y apoyo.
El Reino de Marruecos, unido a los países del Sahel y del Sahara por ancestrales vínculos históricos, arraigada fraternidad africana y valores culturales compartidos, no dejará de aportar su plena solidaridad a favor de la preservación de la soberanía de dichos países y la salvaguarda de sus opciones nacionales contra todo género de terrorismo, llevado a cabo en nombre del islam, cuyos principios se oponen a cualquier menoscabo de las personas y valores sagrados.
Majestades, Altezas, Excelencias,
Señoras y Señores,
Marruecos que no ha cesado de desplegar todos sus esfuerzos en el sentido de unificar las filas de los países islámicos y adoptar el diálogo constructivo y la medianía, quiere reiterar su compromiso para con todos sus hermanos en la defensa de las causas decisivas y justas, a la vez que renueva su empeño en contribuir en toda acción que tenga como objetivo unir y afianzar las filas al servicio del interés común de nuestra Nación islámica.
Finalmente, imploramos al Todopoderoso guíe nuestros pasos para realizar el renacimiento, la gloria y la dignidad que nuestros pueblos anhelan.
El saludo, la bendición de Dios el Altísimo y sus gracias, sean con vosotros."