
«Según nuestras previsiones, la actividad económica habrá crecido un 3,2% en 2024 y se acelerará hasta el 3,9% en 2025, puesto que la producción agrícola se recuperará de las recientes sequías y el sector no agrícola seguirá expandiéndose a un ritmo sostenido en un contexto de fuerte demanda interna», estimó Cardarelli en un comunicado publicado en la página web del FMI.
Según él, un crecimiento más fuerte debería hacer que el déficit por cuenta corriente de la balanza de pagos se sitúe en torno a la norma del 3%, desde sus bajos niveles actuales, mientras que la inflación debería estabilizarse en torno al 2%.
En este contexto, precisó que los riesgos para las perspectivas están ampliamente equilibrados, con una considerable incertidumbre en torno al impacto económico de las tensiones geopolíticas y el cambio climático.
«Con las expectativas de inflación ancladas en torno al 2% y pocos indicios de presiones de la demanda, la actual orientación de la política monetaria, en general neutral, es adecuada», agregó Cardarelli, subrayando que los servicios del FMI coinciden con Bank Al-Maghrib en que los futuros cambios en el tipo de interés director deben seguir basándose en los datos.
«Con la inflación de nuevo en torno al 2%, Bank Al-Maghrib debería seguir preparándose para su transición a los objetivos de inflación», añadió.
Por otra parte, Cardarelli señaló que las recientes reformas del sistema tributario y de la administración fiscal han contribuido a ampliar la base impositiva, reduciendo al mismo tiempo la presión fiscal. Como resultado, los ingresos fiscales en 2024 fueron superiores a lo previsto. El déficit presupuestario se situó en el 4,1% del PIB en 2024, frente al 4,3% anunciado en la Ley de Finanzas.
MAP: 10 Febrero 2025